Siga estos cuidados para que su cirugía plástica no sea un dolor de cabeza

Siga estos cuidados para que su cirugía plástica no sea un dolor de cabeza

El éxito de una cirugía plástica no está solo en manos del médico. Aunque factores como una cuidadosa elección del profesional y de la clínica, así como una valoración previa son de vital importancia, lo cierto es que los cuidados postquirúrgicos de parte del paciente también juegan un papel preponderante.

Conozca las recomendaciones que debe seguir al pie de la letra si quiere evitar que todo el trabajo hecho por el personal médico quede arruinado o que el sueño de mejorar su imagen se transforme en tragedia.

Posibles complicaciones

Los resultados de una cirugía plástica pueden verse afectados por las siguientes complicaciones, las cuales pueden surgir si no se tienen los cuidados del caso durante el postoperatorio:
Tromobosis: “Si por temor a que pase algo o por descuido el paciente se queda postrado en cama todo el tiempo y no hace caminatas cortas de vez en cuando, puede ocurrir que la sangre se estanque en los miembros inferiores y se forme un trombo o coágulo, que viaje hacia el corazón o los pulmones, causando la muerte”.

Esta complicación es más común en quienes sufren enfermedades sistémicas como diabetes o hipertensión, fumadores, o en personas que toman anticonceptivos o han hecho viajes prolongados.

Infecciones: Cuando el paciente no se somete a las curaciones que ha indicado el médico o el ambiente en el que transcurre el postoperatorio no es el más propicio, se corre el riesgo de infección. También cuando la persona se expone a mucho calor, caso en el que aumenta la sudoración y la hinchazón, es igualmente factible que la herida se infecte.

Rompimiento de la sutura: Esta complicación puede presentarse en personas que retornan al ejercicio antes de lo indicado, lo que somete el tejido intervenido a una tracción inesperada que daña la sutura.

Hematomas: Que se producen por un sangrado exagerado. Cuando son muy grandes hay que proceder a drenarlos.

Manchas: Pueden producirse cuando la persona se expone al sol en presencia de hematomas.

Hemorragias: Muy común en personas que en lugar de consumir los fármacos que les han sido formulados, se automedican con drogas que alteran la coagulación. O también cuando no le informan al médico que están consumiendo antiinflamatorios u otro tipo de fármacos o no los suspenden quince días antes de la cirugía como es debido.

Los cuidados

  • Inmediatamente después de la cirugía, camine de vez en cuando, con el fin de estimular la circulación y evitar la formación de trombos.
  • No se agache, tampoco levante peso ni haga esfuerzos físicos que le generen agitación.
  • No conduzca su vehículo antes del tiempo que le recomiende su cirujano. Este periodo puede variar desde días hasta un mes, dependiendo del caso.
  • Tome con disciplina los medicamentos que le formule el médico, especialmente los antibióticos que previenen la infección.
  • Sométase a las curaciones cada dos o tres días, así como a los chequeos cada ocho o diez días. Aunque esto puede variar, según el caso.
  • Deje atrás creencias como las de aplicar saliva en ayunas, café, entre otras, que pueden llevar a complicaciones como infección.
  • Tenga en cuenta que el hielo local ayuda a disminuir la inflamación, pero cuando lo aplique no lo ponga directo sobre la piel y cuídese de quedarse dormido, porque puede quemarse. Aíslelo con un pañuelo o toalla.
  • No se exponga al sol mientras haya hinchazón, pues el calor también genera un trauma que agudiza la inflamación.
  • No se estrese demasiado pensando que algo malo le va a pasar después de la cirugía. Trate de llevar una vida lo más normal posible, pero siguiendo las instrucciones de su médico.

Señales de alerta

Es importante que en los días posteriores a la cirugía permanezca atento a la presencia de los siguientes signos y síntomas que pueden indicar que algo está ocurriendo y que exigen una consulta inmediata:

  • Fiebre de 38 grados o más, que indica que seguramente tiene una infección.
  • Enrojecimiento en la zona de la herida.
  • Dolor intenso que no calme con los medicamentos y que impida conciliar el sueño.
  • Al comienzo de la recuperación es normal que haya hinchazón, pero si se presenta en un lado más que en el otro o hay un aumento de volumen desproporcionado, sí se debe consultar.
  • Mareo, que puede ser señal de presión baja a causa de los fármacos o una de pérdida de sangre que ha causado anemia.
  • Decaimiento e inapetencia.
  • Sangrado exagerado.

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