Efectos de la nicotina en la cirugía estética

El tabaco por sí mismo es considerado un factor independiente en la aparición de complicaciones postoperatorias pulmonares y cardiacas. Teniendo en cuenta esto podemos deducir la importancia que tiene el tabaco a la hora de someterse a una intervención quirúrgica, y más aún a una intervención de cirugía estética donde, a priori, no se espera que haya complicaciones.

En el momento de realizarse una cirugía plástica, es normal que el cirujano recomiende a la persona que se abstenga de fumar, tanto en el preoperatorio como en el postoperatorio.

Este consejo del médico no va destinado únicamente al uso de cigarrillos por parte del paciente, la prohibición se extiende también a los parches, al tabaco de mascar, o a los cigarros electrónicos. Si es usted fumador, deberá dejar de lado todas estas variantes, ya que tienen perjudicial elemento en común: la nicotina.

¿Por qué es perjudicial la nicotina en una operación de cirugía estética?

Si es usted fumador, probablemente haya notado que sus cortes o heridas profundas tardan más tiempo en curarse de lo que les ocurre a otras personas. Si ha sufrido alguna operación, seguro que lo ha podido comprobar en su propio cuerpo.

Tanto el humo del tabaco como la propia nicotina tienen efectos adversos severos sobre la recuperación después de una cirugía.

Estos efectos nocivos ocurren en todo tipo de cirugías, pero son especialmente dramáticos cuando hablamos de cirugía plástica, debido a la gran concentración de vasos sanguíneos existentes en la piel.

Se ha demostrado que la nicotina es la responsable del estrechamiento de los vasos sanguíneos. Debido a este hecho, los tejidos tienen más dificultad para recibir el oxígeno de la sangre y se hace más complicada la recuperación. Ante la falta de oxígeno, los tejidos pueden necrosarse y morir.

Problemas asociados a la nicotina durante y después de una cirugía plástica

Otros problemas que genera la nicotina cuando hablamos de cirugía plástica son:

  • Infecciones: la nicotina genera una predisposición a las mismas, además de obstaculizar a los agentes que las combaten.
  • Necrosis de las células lipídicas, que se manifiesta mediante la formación de bultos duros.
  • Complicaciones en la cicatrización de las heridas.
  • Cicatrización de mala calidad, con cicatrices anchas y gruesas.
  • Formación de coágulos.
  • Menor resistencia al dolor. Se ha demostrado que la nicotina causa que los pacientes sufran más y que la anestesia no sea tan efectiva.
  • Posibles daños en los vasos sanguíneos.
  • Daños en los implantes mamarios, o incluso rechazo.
  • Complicaciones severas que ponen en riesgo al paciente.

Debido al alto riesgo que supone la nicotina a la hora de pasar por el quirófano, el mejor consejo si ha decidido realizarse una operación de estética es que deje de fumar. Si no quiere dejar de fumar de manera permanente, sí debería abstenerse al menos un mes o seis semanas antes de la intervención y de un mes a seis semanas después de la misma; aunque cuanto mayor sea el tiempo que no fume, mejor.

Fuente: www.quironsalud.es

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